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VACACIONES

Siete consejos para que tus vacaciones no acaben contigo

¿Qué tal las vacaciones Miguel? 

—Mira, mejor no preguntes.

Huele a vacaciones, y aunque dejamos atrás la rutina y el estrés del día a día también se avecinan discusiones familiares, crisis de pareja, depresiones postvacacionales, frustración, ansiedad… ¡y las consultas terapéuticas llenas en septiembre!

Pero, si este es el momento del año que la mayoría de personas elige para desconectar de la rutina y descansar… ¿por qué volvemos como si nos hubiera pasado por encima una apisonadora?

No eres el único, ni la única, que al volver de las vacaciones tiene la sensación de que han sido un desastre. Y es que cuando nos despedimos del trabajo lo hacemos con ganas de alejarnos de la oficina pero sin saber qué es lo que de verdad queremos, así que aquí van siete consejos para que tus vacaciones no acaben contigo.

1. Elige tus vacaciones

No es una cuestión baladí. Al planificar, nunca nos hacemos la dichosa pregunta: ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué deseo realmente? 

Las vacaciones son una elección, nosotros somos los únicos responsables sobre como invertimos nuestro tiempo y, por tanto, los únicos que podemos hacer algo al respecto. Pregúntate: ¿Cuál es mi intención estas vacaciones? Si no, acabarás con una agenda llena de visitas guiadas y actividades que, en realidad, no deseabas, o peor aún: en el sitio de siempre porque, como todos los años, no querías pararte a pensar.

2. Deja a un lado tus expectativas y… las redes sociales

¿Cómo imaginamos las vacaciones? Probablemente algo así: 

Solo tenemos que pasearnos por Instagram para ver donde están nuestras expectativas y, claro, la decepción está garantizada. Nos comparamos con la vida que creemos que los demás llevan y, ¿acaso tus fotos en redes sociales reflejan la realidad de tus vacaciones? Da igual como estés, en el momento de la foto nunca falta tu sonrisa de oreja a oreja. Cuida tus expectativas y desconecta de las redes sociales, no vivas la vida que crees que llevan los demás.

3. ¡Quítate los cascos!

Estamos tan acostumbrados al ruido y a estar permanentemente enchufados que ya no sabemos vivir sin hacerlo. ¿Cuántas veces vamos a la playa y lo primero que hacemos es ponernos los cascos? Da igual si estás escuchando un podcast o el último éxito musical del verano, te estás perdiendo el espectáculo que tienes delante, el mar, la brisa, los sonidos de la naturaleza… todo eso con lo que sí necesitas conectar. 

Tienes buenos argumentos para no estar disponible, así que deja el móvil en casa o prueba a eliminar aplicaciones de mensajería rápida como WhatsApp durante una semana; al principio no sabrás que hacer con tanto tiempo pero poco a poco te darás cuenta de lo que es VIVIR.

4. No dejes tus hábitos saludables

Dos semanas son suficientes para caer en hábitos dañinos que habíamos superado. El problema es que, al vernos con mucho más tiempo del usual, nos dormimos a las tantas, cada día nos despertamos a una hora, nos tiramos en el sofá frente a la tv y nos hinchamos a comilonas (porque, claro, estamos de vacaciones).

Establece unos hábitos mínimos y llévalos con flexibilidad: plantéate hacer una actividad física al menos tres días de la semana, ponte una hora límite para irte a dormir aunque no sea pronto, elige también a que hora quieres levantarte (si te sueles levantar a las siete, levántate a las diez), organízate para leer los libros que tienes pendientes, haz esa manualidad tan chula que viste en Pinterest hace tiempo o, ¿por qué no? aprovecha el extra de tiempo libre para hacer una limpieza del exceso de cosas que has acumulado durante el año.

¿A que ya no te suena tan raro eso de mantener hábitos saludables en vacaciones? Saltarte tus mínimos un día no importa, pero que no sea la norma. De esta forma volverás a tu rutina sin estar dominado/a por el caos.

5. Crea espacios en blanco en tu día a día

Estar en posición horizontal durante ocho horas sobre la arena puede dejarte la sensación de que ni has descansado ni has aprovechado tu tiempo. Ahora bien, apiñar mil actividades en quince días se puede convertir en una pesadilla. Cada vez más gente planifica sus vacaciones al milímetro: la reserva para cenar, la visita guiada, la playa que nos recomendó Maricarmen, la quedada con el colega de Alemania… Queremos hacerlo todo, verlo todo, estar con todos y así es como conseguimos terminar más estresados que cuando nos fuimos.

Estés en tu pueblo o de viaje, solo o en familia, deja huecos en blanco para no hacer nada. Es esencial para recargar las pilas y poder saborear las experiencias que estás teniendo. Pronto descubrirás que cuando no está todo planeado surgen nuevas experiencias. 

Deja hueco para la sorpresa

6. Agenda tiempo SOLO para ti

—Si hoy no tienes horas extra… ¿Por qué no te vas a casa Miguel? 

—Cualquier sitio es mejor que ese infierno.

Amamos a las personas con las que compartimos nuestra vida… hasta que llegan las vacaciones. Es empezar a hacer las maletas y abrimos la caja de Pandora. No estamos acostumbrados a pasar tanto tiempo juntos, a compartir tanto tiempo y tan poco espacio. Descubrimos las manías de cada uno, nos damos cuenta de que sus opiniones nos incomodan y, mucho peor: aparecen los problemas que hemos ido posponiendo en nuestro día a día. 

Elige conscientemente tiempo para ti en soledad. Te ayudará a pensar sobre lo que quieres, a aprender a entender y aceptar al resto, a encontrar soluciones a las disputas que van surgiendo o proponer planes novedosos e interesantes. Sin ese tiempo, habrás comprobado que tu manera de responder a cada conflicto de manera instintiva e irracional no te hace ningún bien ni a ti ni a los demás.

Puedes levantarte antes para encontrar tu hueco o hablar de antemano cuando tomarte tu rato de aislamiento cuando viajes en familia, eso sí: ver el amanecer o atardecer en absoluta calma… no tiene precio.

7. Si te vas de viaje… vuelve un día antes

Apurar los días de viaje hasta el último momento no es tan rentable como parece. Las prisas por llegar a casa, la apatía organizando la vuelta al trabajo y los niños todavía sin cole… son los ingredientes necesarios para que cualquier imprevisto se transforme en un drama.

Deja un día de margen para volver a tu hogar, retomar la rutina, y estar preparado para afrontar una feliz vuelta al trabajo. De esta forma, también disfrutarás de una forma completa tu último día de vacaciones.

En el próximo artículo…

Si tus días de vacaciones ya han pasado y estás pensando “¡¡A buenas horas!! Si yo hubiera sabido esto…” probablemente eres de los que habitualmente se preguntan: “¿qué podría haber ocurrido si hubiera hecho…?”. Déjame decirte que este tipo de pensamiento tiene nombre y consecuencias, en 15 días te cuento qué efecto tiene imaginar que las cosas podrían haber ocurrido de otra manera.

Fran V. Hdez.
@franvhdez

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